miércoles, 25 de abril de 2012

EL Principito


Había una vez en el Mar del Norte, cerca de la costa de Kristiansand, en medio de una tormenta, un pequeño barco pirata. En su interior lo capitaneaba un pequeño príncipe árabe. En este momento están pasando un mal momento. La tripulación estaba en apuros, la mayoría están mareados y no dan a vasto para la fuerte tormenta.

“Cuando yo tenía seis años vi una vez lámina magnífica en un libro sobre el Bosque Virgen que se llamaba Historias Vividas. Representaba a una serpiente boa que se tragaba a una fiera he aquí una copia del dibujo:


El libro decía: <<Las serpientes boas tragan a sus presas enteras sin masticarlas luego no pueden moverse y duermen los seis meses de digestión>>”

Ahora esta lámina es perseguida por todo el mundo, ya que se hace poco se descubrió que en su reverso había un documento secreto en su reverso muy importante para tesoreros, reyes y piratas. Todo esto nos lleva de nuevo a nuestro principito, esta lámina esta en su poder y el de su tripulación, y en estos momentos lo tienen que llevar a su tierra natal, después de haberla conseguido, en las tierras del norte de Europa, y una largo y cansado viaje que aun perdura. Su objetivo es llevar esa lámina sana y salva a Arabia, pero ahora dejemos a un lado su misión, ahora necesita más atención su estado. El principito luchando contra la tormenta. El príncipe le da ordenes a toda su tripulación, pero poco de lo que hace le ayuda lo más mínimo en su trayectoria, su única posibilidad es esperar. Y así lo hacen, esperan a que l atormenta pase para retomar su camino . Tras ese desbarajuste consiguen pasar todo el Atlántico, pasar por el Estrecho de Gibraltar y llegar hasta las costas árabes. Una vez allí desvelaron el mapa, pero solo aparecía un sombrero junto al dibujo que ya había visto de pequeño, o eso es lo que creían todos, el principito creía que un tipo de serpiente, la boa. Ese dibujo era como el que había hecho tras haber visto el dibujo del libro cuando era pequeño, así pues decidió marchar. El principito ya había iniciado su camino, quería demostrar que eso era una boa, que solo gente con la mente de un niño la podía ver, además de enriquecerse de cultura con su viaje. Mientras él hacía ese viaje en Arabia consiguen desvelar el mapa y consiguen enriquecer al pueblo, pero eso no le interesa a nuestro principito. Tras un largo viaje en un pequeño pueblo en Malasia un niño, que le ve obsesionado con su lámina, le pregunta por el dibujo. El príncipe curioso le pregunta que ve en el dibujo, el niño le mira con una cara como si le estuviesen tratando de tonto, y le dice:
-Hombre no está claro, una boa que se ha comido un elefante.

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